El tipo de comunidad que necesitamos

Escrito por Kelsey Lasher para MOPS Internacional, traducido para MOPS Latinoamérica.

Siempre me llama la atención la historia que narra Lucas en el capítulo 5 de su Evangelio, la que habla de unos hombres que llevaron a su amigo a ver a Jesús. Que lo llevaron hasta que pudo caminar. No sabemos cuánto caminaron estos hombres, cuánto polvo levantaron sus sandalias, cuánto gritaron sus músculos pidiendo alivio mientras daban un paso tras otro con su amigo paralítico colgado de una estera entre ellos. Lo que sí sabemos es que lo hicieron.

Levantaron a su amigo y caminaron esos pasos que él nunca pudo dar, caminaron esos pasos para que él algún día lo hiciera.

La Biblia nos dice que estos hombres intentaron entrar en la casa donde Jesús estaba enseñando, pero la multitud era demasiado numerosa, la puerta estaba demasiado llena. Pero estos amigos no se dejaron disuadir. Levantaron a su amigo paralítico cada vez más alto, en lo alto de la casa. Desmontaron el tejado teja a teja hasta que pudieron bajarlo y ponerlo a los pies de Jesús.

Me imagino a esos amigos mirando hacia abajo a través del agujero que habían hecho, jadeando y esperando que Jesús hiciera algo. Estoy seguro de que el amigo paralítico tenía el corazón en la garganta al sentir la esperanza que sus amigos habían avivado en su interior. Y entonces puedo escuchar las palabras de Jesús, las que Lucas se encargó de registrar:

Al ver su fe, Jesús le dijo al hombre: "Joven, tus pecados te son perdonados. ... Levántate, recoge tu estera y vete a casa" (Lucas 5:20,24, NLT).

Esta historia habla de una profunda devoción, de lealtad y amistad y de una comunidad que desafía las probabilidades. Es una historia que nos muestra que la verdadera comunidad es un recipiente que nos lleva, que nos levanta cuando ya no podemos caminar, que nos lleva a los pies de la esperanza, que escala los muros de nuestros desafíos y abre agujeros en las cosas que impiden la luz.

Este es el tipo de comunidad que necesitamos. Este es el tipo de amor mutuo que mueve la mano de Dios en nuestras vidas. Debemos estar lo suficientemente presentes en las celebraciones y sufrimientos de los demás, estar dispuestos a dar nuestra energía y tiempo y emociones por los amigos en nuestras vidas. Debemos ser coherentes y devotos.

Fomentemos el tipo de comunidad que es profunda, que es fuerte, que lleva las cargas y la esperanza por igual, el tipo de comunidad que nos lleva de la mano a los pies de Jesús, juntos.

Preguntas:

¿Cómo ha impactado la comunidad MOPS tu vida?

¿Cómo podemos asegurarnos de estar presentes en las vidas de los miembros de nuestra comunidad?