No eres una SúperMamá

Escrito por Kelli Jordan para MOPS Internacional, traducido para MOPS Latinoamérica.

La vida nos puede sorprender, y antes de que nos demos cuenta, estamos llevando una carga mucho más pesada de lo que estamos destinadas a llevar. Nos aferramos a la mentalidad de "supermamá" que dice que puedo (y debería) ser capaz de llevarlo todo, sin importar el peso. En Mateo 11:29-30 (NVI), Jesús dijo: "Llevad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga es ligera.”

Lo que ocurre con el yugo (ese travesaño de madera que se sujeta al cuello de dos animales y los mantiene trabajando juntos) es que no quita la carga por completo, pero la hace más ligera de llevar porque el peso se comparte. Nos agobian las expectativas de los demás, nuestros miedos y nuestros errores del pasado, pero cuando aceptamos el yugo de Jesús, el peso se desplaza y Él lleva la mayor parte.

Puede que todavía estemos rodeadas de las cosas que nos agobian en primer lugar. Puede que todavía oigamos las voces altivas y degradantes del mundo, pero podemos cambiar el peso y entender quiénes somos gracias a quién es Dios. Ya somos amadas y amables. Comprender esto cambia nuestra forma de ser madres, de tratarnos a nosotras mismas y de responder a los demás.

Cambiar nuestra pesada carga por la ligera de Jesús requiere algo de trabajo por nuestra parte. No se trata de ganarse el amor, porque el amor de Dios no se basa en lo que hacemos. Nada de lo que hagamos puede hacer que nos ame más o menos. Pero debemos esforzarnos por aprender más sobre Jesús, dedicar tiempo a controlar las voces que permitimos que hablen en nuestras vidas y hacer el trabajo de liberarnos de viejos patrones de pensamiento o hábitos que nos mantienen cautivas. Si nuestra meta es la perfección y reclamar el título de "supermamá", entonces el resultado siempre será la frustración. No tenemos que ser "súper" nada porque somos las hijas amadas de Dios. Hijas que no tienen que ganarse ni esforzarse por su valor. Hijas que sólo necesitan cambiar el peso y encontrar el descanso.

Dejemos de conformarnos con lo que simplemente nos permite vivir y hagamos el trabajo para llegar a lo que es mejor. Dejemos de intentar llevar todo el peso solas, porque nunca fuimos diseñadas para ello. Tratar de hacer las cosas por nuestra cuenta no nos hace "súper" - sólo nos cansa. Toma el yugo de Jesús y aprende de Él; permite que Su amor cambie la forma en que te sientes y hablas de ti misma.

Preguntas:

¿Qué es lo que te agobia?

¿Cuál es tu primer paso para trasladar parte de ese peso a los hombros de Jesús?

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